Hoy me llego un mail diciendo de mantener un vela encendida porque el viernes era el día del cáncer.
Error, no es el 8 de julio, es el 4 de febrero por si no lo saben. Yo lo aprendí porque una vez conocí una chica que recibió, paradójica-mente unas noticias ese día.
Era una chica de mucha actividad, y bastante corta de tiempo. Siempre postergaba su salud a favor del laburo o el estudio. Una vez al mes veía la necesidad de hacer sociables y salía con amigas y cada tanto tenía un encuentro furtivo con algún hombre que le gustase en ese momento.
De repente su salud no se encontró en buenas condiciones, y no pudo postergar más e ir a un médico el cual le encomendó que se realizase unos cuantos análisis clínicos.
El 4 de febrero fue el día el cual ella iba a charlar con su médico para informarle sobre los resultados de los estudios.
Transcribo un poco la conversación:
–Señora ya hemos estudiado el resultados de sus análisis de sangre y hemos formulados dos diagnósticos conjuntos, uno bueno y otro malo.-
-A sí, bueno, y cuales son, dígame el malo primero, prefiero las buenas noticias al final.-
- Bueno señora, lamento comunicarle que usted tiene una leucemia muy fuerte y tiene poco tiempo de vida. No llegamos a tiempo para realizar un quimioterapia y realizar un transplante va a ser complicado en su estado. Se va a morir en 15 o 20 días.-
La mujer permanece dura y con la mirada distante después de la noticia del médico. Reflexiona por lo poco que disfruta su vida, y deja unos minutos de silencio hasta que quiebra en llanto de manera desconsolada. Entonces recuerda las palabras del médico y le contesta- Y si no tengo cura con la quimio, y no puedo realizar un transplante, “cual es el diagnóstico bueno si me quedan 15 días.”-
Entonces el médico con cara de felicidad, se levanta de su silla, la toma por los hombros como para anticipar el abrazo y le responde.
–Está embarazada de 3 meses.-
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